sábado, 15 de octubre de 2011

Colombia, un parque de diversiones

Para nadie es un secreto la existencia de la corrupción en nuestro país pero, aun así, no se habla del tema o se habla mucho pero poco se hace. Más allá de las mil y una quejas del ex presidente Álvaro Uribe acerca de si son o no "show publicitarios" los ofrecidos por el gobierno de Juan Manuel Santos cuando se destapa un nuevo carrusel, éstos han dado resultado y, uno a uno han salido a la luz pública las maravillas que se estaban llevando a cabo durante los ocho años, donde acabar con inocentes y disfrazarlos de guerrilleros no era un "show". El presidente, además de defenderse de las críticas hechas por Álvaro Uribe a su gobierno, ha logrado crear la denominada cruzada contra la corrupción, con la cual ha destapado el más reciente caso de carruseles, el de la DIAN. La verdad es que no basta con construir una cruzada en contra de la corrupción; bastaría con mejorar y agilizar los procesos en contra de los altos funcionarios porque mientras la "rosca" exista, personajes como los Nule o los Moreno, seguirán esperando para ser "condenados". Una de las causas de la corrupción es, sin duda alguna, la indiferencia de la gente, ésta se convierte en la mejor arma de aquel jinete que se convirtió en genio para robar, pero no por la indiferencia de algunos todos deben ser iguales. El llamado será para aquellos que aún se están formando; los que tienen, en sus manos, el futuro de uno país desorientado; universitarios con ansias de un cambio radical para construir un comienzo en donde la transparencia y el pueblo sean prioridad.

Según la organización internacional de la transparencia, en su estudio realizado en el 2008 sobre la corrupción, Colombia partió de un puntaje de 2.2/10 en 1998. En 2006, el país, obtuvo una puntuación de 3.9/10, en 2007 alcanzó 3.8/10 entre 183 países, y en 2008 obtuvo la misma calificación, esta vez entre 180 países, ubicándose en el puesto 70. Parece extraño, pero es real, que al ser conocidos los datos arrojados por la organización internacional de la transparencia pocos sean los colombianos que se sienten indignados y prefieren protestar. Ese es el caso de Gustavo Bolívar, el famoso escritor y guionista de novelas como: "sin tetas no hay paraíso" y "el capo". Él al parecer se aburrió de hacerle honor al sinónimo del colombiano (el de no hacer nada) y, el pasado 21 de agosto reunió a miles de personas en las capitales de cada departamento de nuestro país para hacer parte de la "marcha de los antifaces". ¿Basta con movilizar a miles? Con algo se empieza en este país, en donde no olvidemos que el 91% de las personas perciben la existencia de sobornos y, aun así, dejan todo en manos de papá estado asegurando con un 72% (como lo muestra la primera encuesta nacional sobre prácticas contra el soborno en empresas colombianas) que las herramientas empleadas en contra de la corrupción son eficaces.



Sin embargo, mientras los congresistas de este país sigan pensando en ellos como prioridad, recibiendo anticipos o comisiones por “favores” antes que en las personas que depositaron su confianza en estos “honrados” personajes, la corrupción seguirá adelante y ante el silencio de la mayoría en este país no quedará más que caer del puesto 70. Pero teniendo en cuenta los slogans de algunos de los candidatos como “el no viene a robar” de Everth Bustamante, “aquí está el cambio” de David Luna o “quiere sabe y puede” de Enrique Peñalosa. Los colombianos de seguro se dirán que el cambio seguro llegará después del desfalco de Samuelito a la ciudad. Y sí, Peñalosa quiere la alcaldía de la mano del ex presidente Álvaro Uribe, sabe como funciona el negocito del desfalco, perdón sabe como llevar un buen gobierno y puede ganar si a la ola de Petro le pasa lo que le pasó a Mockus por la presidencia.


Y es que como se sabía Inocencio Meléndez, ex director técnico y jurídico del IDU, no se iba a ir solo a la cárcel haciéndole honor y quedando marcado como uno de los partícipes del desfalco más grande hecho a la ciudad en la historia. Y es posible que como lo asegura J.J Rouseau "El hombre es bueno por naturaleza, pero es la sociedad quien lo corrompe" pero es que como lo afirma Fabiola Eunice Loera, abogada especialista en casos de delincuencia: “la delincuencia, es el resultado no siempre de fallas familiares, la convivencia en la familia es un factor de suma importancia pero no el determinante, el determinante es cada persona.” Entonces es cada persona la que decide incurrir o no en el robo, pero es que estos personajes no debieron sino pensar en: “todo lo limpio es bonito, menos el bolsillo” y como quien dice que se jodan los bogotanos y que vivan los jinetes que los montan.

Como ya es claro que los bogotanos fuimos robados descaradamente y ahora con los 17 concejales (de 45 del consejo de Bogotá)investigados por nexos en el carrusel, sólo quedará ir a las urnas a votar por el que “quiere, sabe y puede”, por “la Bogotá humanitaria”, por ésta alianza es con usted” o por “llegó el futuro” y que Dios nos salve de no ser la liebre de la zorra, puesto que no nos quedará más que decir, como decía Hipócrates: “A grandes males, grandes remedios”.  

1 comentario:

  1. La corrupción es un tema muy complicado en nuestro país, estoy de acuerdo con lo que dices, en donde afirmas que las personas que nos estamos formando ahorita como profesionales tenemos que hacer algo al respecto, el compromiso empieza en nosotros.

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